Hace unos días se conoció que dos personas de Inglaterra que se habían dado la vacuna contra la covid producida por Pfizer y BioNTech, tuvieron una reacción alérgica. Según se conoció, ambos ya padecían alergias severas por lo que los especialistas de ese país recomendaron a quienes estén en la misma situación, que eviten colocarse la inyección. 

Hoy salió un comunicado de la Asociación de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) en el que se resalta que no está comprobado aún que todos los pacientes que hayan tenido una reacción alérgica grave deban evitar la vacunación. 

En el documento, la asociación recomienda la aplicación de las vacunas que hayan cumplido todos los requisitos nacionales e internacionales correspondientes. 

Este mensaje se dio luego de que la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido recomiende evitar la vacuna contra el coronavirus a aquellos que padezcan alergias severas a fármacos o alimentos. 

La AAAeIC hizo algunas consideraciones al respecto: 

- Las vacunas en cuestión no contienen componentes proteicos ni virus; contienen ARN recombinante, lípidos y sales que no son capaces por sí solos de causar alergia. Deben sí tenerse en cuenta los aditivos, como los conservantes y el látex presente en los tapones de los frascos y en los émbolos de las jeringas como probables alérgenos.

- La expresión “reacción alérgica grave” (anafilaxia) es muy amplia ya que involucra o deja traslucir diversos mecanismos de hipersensibilidad que pueden estar relacionados a una enorme variedad de estímulos capaces de desencadenarlos: venenos de insectos, alimentos, medicamentos, así como aeroalérgenos.

- La hipersensibilidad a medicamentos (y una vacuna es un medicamento) está considerada dentro de las reacciones adversas como una reacción impredecible.

- La estructura química del fármaco debe tener la capacidad de desencadenar una respuesta inmune de tipo alérgica, por lo que generalmente están implicadas las proteínas.

Además enumeraron una serie de recomendaciones: 

1. Realizar un buen historial clínico y estudios alergológicos de los pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas severas para poder diagnosticar la causa, que puede no tener que ver de ninguna manera con la vacuna en cuestión.

2. Ni el asma, ni la rinitis alérgica ni otras patologías alérgicas han sido consideradas, en este caso, como contraindicaciones de la vacuna, así como tampoco el uso de la inmunoterapia específica para aeroalérgenos.

3. Es muy prematuro, sobre todo teniendo en cuenta la insuficiencia de datos proporcionados, poder saber cuál fue la causa del cuadro de estos pacientes. Por lo tanto, las recomendaciones son dinámicas y están sujetas a revisiones continuas.

4. Solo una pequeña minoría de pacientes alérgicos graves requerirán evaluaciones previas por el especialista para aplicarse la vacuna, por lo que no estarían indicadas de manera sistemática.

5. No se debe generalizar que “todos los pacientes que hayan tenido una reacción alérgica grave eviten aplicarse la vacuna”.